Parece difícil de creer todavía... Ojalá no se la recuerde únicamente por sus múltiples escándalos matrimoniales o su pasión por las joyas más extravagantes, sino por haber sido considerada uno de los mayores mitos del séptimo arte.
Excéntrica, a veces algo trastornada, apasionada, luchadora y de físico espectacular. Sería muchas cosas y probablemente podrían decirse muchas más, pero lo más evidente es que deja un trono vacío con expectativas pesimistas: sabemos que Elisabeth fue y será irremplazable.
Rest In Peace Liz! Se nos ha acabado el Hollywood Dorado...
ResponderEliminarGigante.
ResponderEliminarmuy guapa
ResponderEliminar